Recorrido por las ruinas de Tikal y Belice
Recorrido por las ruinas de Tikal y Belice
BY ENRIQUE CORDOBA
ESPECIAL/EL NUEVO HERALD
En la ciudad antigua de Tikal, una de las maravillas del mundo maya, el visitante camina horas y horas entre pirámides, ruinas y bosques.
El turista puede creer que fue allí que Miguel Angel Asturias, el Premio Nobel de Literatura, se inspiró para escribir en Leyendas de Guatemala: «Dentro de esta ciudad de altos se conservan intactas las ciudades antiguas».
Para unos es un lugar energético con fuerza espiritual, y otros la ven como una ciudad cuyos edificios tallados en piedra emergen de la espesura selvática.
Tikal es un imán para el turismo. Los turistas son una especie de peregrinos que vienen a comprobar que existen numerosos templos, palacios, plazas, canchas de pelota, plataformas ceremoniales, calles y baños.
Las pirámides alcanzan los 180 pies de altura, como el Templo del Gran Jaguar. De acuerdo con las leyendas, éstas fueron inspiradas en montañas sagradas con poder de producir maíz, el alimento básico de los pueblos mayas.
Hace 2,600 años los mayas construyeron esta ciudad y la convirtieron en un gigantesco centro religioso, político y económico. Fue una inmensa metrópolis de 150,000 habitantes durante su mayor esplendor. El espacio residencial cubría 60 kilómetros cuadrados, de los que sólo 15 han sido excavados, facilitando la circulación de los turistas.
El área está protegida y es parte de una reserva forestal de 580 kilómetros cuadrados. El tour puede hacerse en una jornada de medio día por caminos y arboledas frondosas. Sin embargo, los interesados en la cultura maya y los antropólogos dedican hasta dos días para recorridos más detallados y disfrutar de la naturaleza.
Además de la espesa vegetación hay tucanes, loros, guacamayos, monos aulladores, ciervos, pecaríes de labio blanco, ocelotes y jaguares.
En la región de Centroamérica los mayas poblaron extensos territorios que fueron divididos en países a la llegada del colonizador español: Honduras, El Salvador, Guatemala y Belice.
Tikal está ubicado en el norte de Guatemala, a dos horas de la frontera con Belice. Benque Viejo en el lado de Belice y Melchor de Mencos en la zona guatemalteca son los pueblos más cercanos a las fronteras. Para cruzarla sólo se requiere la presentación del pasaporte a las autoridades. En el punto limítrofe funciona una oficina de la OEA con dos funcionarios internacionales que ayudan a resolver el paso ilegal de ciudadanos de uno a otro país.
A dos horas por carretera, dentro de territorio beliceño, se encuentra la Reserva Arqueológica Caracol, con cinco plazas, tumbas reales, una colección de arte maya y un observatorio astronómico. Todo está dentro de la Reserva Forestal Chiquibil, así que se respira un ambiente silvestre donde se ven pasar animales.
Caana es el templo mas grande de Belice, tiene 150 pies de altura y al lado cuenta con dos campos de juego de pelota.
Lecturas hechas por los expertos en las estelas o esculturas, indican que en el año 562 allí fue ejecutado un personaje de Tikal. El suceso causó choques que afectaron las relaciones entre los dos pueblos.
Tikal dista ocho horas de la capital guatemalteca por carretera o una hora en avión. Los vuelos salen generalmente a las siete de la mañana, con regreso en la tarde.
La UNESCO declaró a Tikal patrimonio de la Humanidad y está protegido con leyes especiales del gobierno. •