Desde Las Baleares
Llegamos anoche a Mahón, capital de la isla de Menorca, después de presentar el tercer certificado antiCovid-19, desde que ingresamos a Europa.
Uno en Lisboa, otro en Madrid y el del aeropuerto de aquí.
El primer café lo saboreamos esta mañana de sol y palmeras, en compañía del guitarrista Gonzalo Rei, frente a los amarres de las lanchas del puerto balear.
Gonzalo mi contertulio en estas latitudes, fue artista del grupo musical que trabajó tres años a bordo del yate “Cristina”, de Onassis, -ya se imaginarán las historias que me cuenta- y alternó con Demis Roussos, Teodorakis, Yupanki, etc).
Los vestigios de los cartagineses en estas tierras, se confunden con las historias del reclutamiento de mercenarios para las guerras contra la Roma de hace 2.300 años. No encuentro la hora de salir a husmear los laberintos, callejuelas y plazas para saber más de esta isla que empecé a descubrir hace cuatro años.
Para Maripaz y el MarcoPolodeLorica llegó el momento de disfrutar con nuestros anfitriones, del mar, las leyendas y la buena cocina mediterránea.
Pienso manipular mascarillas impermeables, para sacar erizos en las calas menorquinas.
Enrique Cordoba, soy incansable lector de tus cronicas viajeras, las cuales me transportan a lugares maravillosos e inimaginados
Excelente recorrido, que delicia ese viaje
Buena suerte en las pesquisas laberínticas!,cómo sabes estas cíudades(pueblitos) del mare nostrum no tenían oficinas,?por lo cual no existía un plano regulador,cuidado con un extravío,un abrazo.