La Tramontana y El Mistral

VIAJE A MENORCA

El viento que golpeó las ventanas del cuarto donde dormía la madrugada de ayer miércoles, y me despertó fue tan fuerte, que lo comenté al levantarme.

“Lo llamamos La Tramontana”, me explicó Gonzalo Rei, mi anfitrión en Mahón, aquí en la isla de Menorca. “Es cuando el viento viene de norte a sur, o sea desde Marsella hacia Menorca”, dijo. “Si da la vuelta es el Mistral “, precisó Orbe, la mujer de Gonzalo. El régimen de vientos en las baleares es caprichoso.

Luego desayunamos con jamón, queso de Mahón, -de textura y sabor al manchego-ensaimadas, un pan dulce, mallorquí, y exquisito café colombiano.

Esta segunda visita a Menorca la estoy aprovechando para viajar con los fenicios que salieron (hace cinco mil años) de Tiro y Sidon, en el actual Líbano y los griegos, y atravesaron el Mediterráneo, hasta las Baleares, en plan de conquistas.

Como los Estados Unidos no se habían fundado todavía, los fenicios no se fueron para Miami, sino que emigraron y fundaron Cartago, África, actual Tunisia, (donde espero llegar en tres semanas, en mi recorrido por La ruta fenicia), no confundir con Cartago, Valle, Colombia).

Siglos mas tarde los cartagineses, se convirtieron en la potencia rival de Roma y sin apoyo de China, Rusia, ni USA, crearon la mayor flota naval del Mediterráneo y por mar, tierra y el apoyo de elefantes y caballos cruzaron el estrecho de Gibraltar, y se enfrentaron tres veces, en las llamadas guerras púnicas, que fue el apodo que le dieron los romanos a los fenicios-cartagineses.

Los fenicios son los tatarabuelos de los “turcos’, Manzur, Jattin, Amin, Gossaín, Abuchibe, Safar, Barguil, Char, Calume, que viajaron a Lorica a vender kibbe y mercancías. (Colón no había organizado aún el crucero que zarpó de San Lúcar de Barrameda, con los 90 turistas rumbo a las Bahamas).

Corría el siglo III a. de Cristo, Roma, era gobernada por La República y gozaba del periodo de máximo esplendor que ha experimentado la humanidad.

Al medio día, con el sol de agosto, preparamos el bote “4 Raons”, con conservas, delicatesen, vinos y tapas y salimos del puerto. No olvidamos la pomada, a base de ginebra Xoringer, inventada aquí en tiempos de los ingleses, y limonada, tan deliciosa que gustó a Maripaz, poco amiga del alcohol.

Nos abrimos campo por entre veleros y lanchas, y navegamos los seis kilómetros, en la segunda bahía más larga del mundo, observando la casa donde estuvo el Almirante Nelson, la casa de Lady Hamilton, el fuerte inglés de Marlborough, el francés, La Mola, que construyó Isabel II, la isla “Lazareto” de la cuarentena, y mas allá en el mar tiramos ancla en la orilla de Es Salgar.

Es la misma bahía en donde los cartagineses escondían su flota en épocas en las que el Mediterráneo era una plaza de pelea de gallos, entre todos contra todos; como ha sido el mundo ayer como hoy.

Por eso a disfrutar mientras estemos vivos, el futuro es hoy; mañana puede ser nunca. Cada día Menorca ofrece una sorpresa que se disfruta y nos hace olvidar la pandemia. Enrique Cordoba, Mahón, agosto 26, 2021.

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9 comentarios

  1. Muy buena narrativa, y gracias por compartir tus experiencias y darnos unas copas de buen vino embasado en historia. Buen viento y buena mar querido Enrique

  2. Enrique reciba un cordial
    Saludo ,los comentarios y videos sobre tu viaje en Menorca muy didácticos ,siguiendo
    Los pasos de los fenicios considerados los grandes
    Nades navagantes de épocas pretéritas seguramente tendrás grandes aventuras ,un abrazo
    Para ti y tu brujula

  3. Me encanto este viaje de Enrique a Menorca y como hila la historia desde los Fenicios y Cartagineses con un desayuno local. Todo tan ligero y tan informativo, muy ameno. Por cierto que los Mahoneses se precian de haber sido los creadores de la salsa Mahonesa que llevó a Francia un cocinero y la llamaron Maionnaise !

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