SANLÚCAR, 500 AÑOS DE LA PRIMERA VUELTA AL MUNDO
VISTAZO A SANLÚCAR, ARACENA Y JABUGO
Por: ENRIQUE CORDOBA
En otro tiempo, de Sanlúcar de Barrameda salió Colón a descubrir América y Magallanes a circunnavegar el globo.
Tengo tres días de haber llegado a este puerto, y quisiera creer que aquellos personajes también estuvieron aquí en estos fascinantes parajes de Andalucía, disfrutando de los famosos langostinos y la tortilla de camarones, tomando manzanilla y caminando por la orilla del río Guadalquivir, frente al parque natural Doñana, antes de emprender la aventura por nuevos mundos.
Ahora este es un destino para hacer turismo, dejar volar la imaginación y recordar el pasado. Justo este año se celebra el V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo. Una epopeya que rescata a Sanlúcar como el lugar de partida y retorno de la hazaña que culminó con el regreso, el 6 de septiembre de 1.522, de la Nao Victoria y dieciocho navegantes, sobrevivientes de los 250 aventureros que iniciaron la expedición a bordo de cinco embarcaciones.
Cien kilómetros separan a Sanlúcar de Sevilla, por carretera o por el río Guadalquivir. Yo viajé, con mi esposa, de Miami a Madrid en un vuelo agradable de la aerolínea Air Europa, y de la capital andaluza a Sanlúcar, por una excelente carretera.
Entramos por un barrio de calles estrechas y edificios antiguos. Las bodegas con las botas de roble francés para envejecer la manzanilla son vecinas: La Cigarra, Delgado Zuleta, Argüeso, Yuste, Hidalgo-La Gitana, y Barbadillo.
“La manzanilla es seña de identidad de Sanlúcar de Barrameda” afirmó Ana Gómez, Directora del Centro de Interpretación de la Manzanilla, CIMA. En su oficina Las Covachas, un edificio del siglo XV manifestó: “aquí cargaban y descargaban muchos de esos barcos que llegaban del Nuevo Mundo y convirtieron a Sanlúcar en un puerto comercial muy importante”.
Era el único puerto habilitado para hacer esos viajes transoceánicos.
El aroma de la manzanilla se respira en sus calles y rincones, y en los bares abundan los expertos en ese jerez.
”Esta es la bodega Catedral construida en 1876, para la crianza exclusivamente de la manzanilla”, dijo la guía de Bodegas Barbadillo, durante mi visita a sus instalaciones.
“Aquí hay amontillados de más de 150 años, tenemos un poco de todo, de todas las cosechas de todos los años, en manzanilla o en cualquier jerez”, aseguró la experta.
En Barrio Alto, se encuentra otro histórico edificio, parte del cual de estilo neomudéjar español, fue residencia de verano de los duques de Montpensier. Otra área del claustro de la iglesia de La Merced, propiedad de los duques de Medina Sidonia, es hoy sede del Ayuntamiento. Al frente está localizado el restaurante “El Espejo” donde Javier Fernández y su hermano, el chef José Luis, hacen innovación en la cocina. “Uno de nuestros secretos —señala José Luis— consiste en trabajar con verduras cultivadas en agua salobre, que da un toque dulce, eso es porque la planta para poder sobrevivir genera más azúcares y se nota a la hora de comerlas”. “Yo soy de aquí y nos encanta el producto, un 80 por ciento de la carta son productos de Sanlúcar”, señaló el chef.
A pocos metros de la desembocadura del Guadalquivir, el guía de turismo, Juan Antonio García, anotó: “ese parque de Doñana que vemos del otro lado del río ha sido testigo de más de 500 años de historia; muchos se empecinan en ir a América y después vuelven en esos barcos trayendo riqueza: oro, plata, chocolate, tabaco, cacao, especias. Es una maravilla tener al otro lado del río el parque natural y nacional Doñana”, añadió García. “El parque de 52.000 hectáreas con más de 200 clases de pájaros, es adonde cruzan las hermandades para hacer la romería de Nuestra Señora de la Virgen del Rocío, el 6 de junio”, expresó.
A pocos metros, en Casa Bigote, restaurante insignia de la ciudad, el administrador Fernando Hermoso recordó que el negocio lo empezó su abuelo, como una taberna de vino de manzanilla en 1950. Dijo: “mi padre con 14 años empezó a ayudar a mi abuelo en sus funciones de tabernero y cuando los barcos dejaron de vender, de subastar aquí, en el barrio de Bajo de Guía y se fueron para Bonanza, en el año 1.969, mi abuelo se marcha para allá, a 3 kilómetros, y monta una tabernita”. Hermoso dijo: “mi padre se queda aquí y sabe que hay dos productos exclusivos de Sanlúcar, los langostinos y lo acompaña de la manzanilla”.
Sanlúcar de Barrameda es la capital gastronómica de España este 2022
ARACENA Y JABUGO
De Sanlúcar viajamos dos horas en auto, por la vía N-433 hasta Aracena, un pueblo al norte de la provincia de Huelva, con un castillo del siglo XIII, levantado por los reinos de Portugal y Castilla, sobre una fortaleza musulmana.
Lo más visitado es La Gruta de las Maravillas y atrae turistas por ofrecer un kilómetro de impresionantes cuevas con preciosas formaciones de estalactitas y estalagmitas, y lagos como la Cristalería de Dios y la Esmeralda.
El destino final de esta jornada fue Jabugo, también en Huelva, conocido por dar nombre al jamón más cotizado del mundo. José Antonio Pabón, director de la Denominación de Origen Jabugo, aseguró: “Al año se sacrifican con denominación de origen protegido, de 25 a 30 mil cerdos, lo que totaliza 50.000 jamones y 50.000 paletas, que van a disposición de los mercados, otra cuestión es lo que se sacrifica en el territorio y en España”.
El guía de la ruta del Jabugo, Javier Prieto, nos dio la bienvenida en el Parque de Aracena y Picos de Aroche, y dijo: “este es el segundo parque natural más grande de España y parte de la Sierra Morena, reserva de la biosfera por las dehesas” . Explicó: “para que los cerdos sean con denominación de origen protegida, deben de pastar en Sierra Morena”. Como parte de la Ruta del Jamón fuimos a varias empresas: en “Vega llana”, dehesa de la familia Bomba vimos la cría de cerdos alimentados con bellota y encina. En sus bodegas “Lazo”, conocí las enormes salas de maduración del producto. Luego entramos en la aldea Corteconcepción a la bodega y secadero natural de los “Jamones y embutidos Eíriz”.
Jabugo está en un cruce de camino de Sevilla a Lisboa, en la Ruta de la Plata, donde llueve más que en Londres. Pero en 60 días llueve lo de todo el año, por eso se mantiene el verde, comentó Prieto. Según él: “se parece mucho al norte, lo que atrajo a vivir aquí, a gente de León, Galicia y Asturias, que buscan la luz del sur y el verde del norte de España”. En el recorrido por la Sierra se encuentran 29 pueblos y aldeas, algunas de 7 habitantes que los fines de semana alcanzan hasta 40 personas que llegan, casi todos de Sevilla, a disfrutar del bosque, la paz y el clima. Esta experiencia de cuatro días fue auspiciada por Turespaña y Turismo de Andalucía. Otros poblados bellos, pintorescos y cargados de historia, para visitar, en la Sierra de Huelva son: Linares de la Sierra, Galaroza, Alájar, Higuera de la Sierra, Zufre y Jabuguillo, entre otros
enriquecordobar@gmail.com