SAN MARTÍN DE VALDEIGLESIAS
Este es otro pueblo en las goteras de Madrid que me sorprendió por lo acogedor y tranquilo a orillas de una cañada y un bosque que lo denominan Encantado, por albergar un jardín botánico, único de Europa, con más de 300 esculturas vivientes, hechas con tijeras de podar.
Desde la autovía M-501 se ve un castillo en la cima de la sierra oeste de Madrid y sobre la ladera se esparce el municipio.
A pocos kilómetros con aguas del río Alberche, en Pelayos de la Presa, se forma un lago visitado en verano por gente ansiosa de refrescarse del intenso calor. Entre ellos, Carlos Enrique, mi hijo. Estacionamos el auto y salimos a recorrer las calles empedradas de San Martín, casas antiguas de 1771, la plaza y la iglesia. “Deben ser muchos”, respondió un lugareño, que reposaba, con su bastón en la mano, en una banca de una placita, bajo un almendro, y le interrumpí seguramente su momento de siesta, luego de comer. —Cuántos habitantes tiene este pueblo? —le había preguntado. Le pregunté al tío Google y dijo: La población es de 8.300 habitantes, tuvo su esplendor en la Edad Media. El Castillo del s. XV perteneció a la familia Corcuera, y por derivación le llaman Coracera.
Cervantes hace buena reseña de los vinos de este lugar, en algunas de sus obras, y respecto a la cocina ponderan las patatas revolconas y los dulces retorcidos. San Martín de Valdeiglesias, es otro lugar donde residen muchos madrileños, amantes de la paz, la naturaleza y los bajos precios. Colinda con las provincias de Ávila y Toledo.