Gran Cayman: Más que magníficas playas
Nuestra América
Gran Cayman: Más que magníficas playas
ENRIQUE CORDOBA
Especial/El Nuevo Herald
Si usted ha pensado en escaparse a una isla del Caribe con magníficas playas de arena blanca y aguas cristalinas color turquesa, donde pueda alternar esnórquel, excursión a una selva tropical, experiencias con rayas y tortugas, y no tenga que preocuparse por su seguridad y la de los niños, a sólo una hora y 10 minutos de viaje en avión desde Miami, ese lugar puede ser Gran
Cayman.
Se escuchan reggae y calipso, y forma parte de la cultura del ron de caña, los cigarros, carne de cordero y las leyendas de los piratas. Es ideal para caminatas, la pesca y para dedicarse a la lectura. Y si le gusta el buceo aquí se encuentra la famosa pared de arrecife de Bloody Bay Wall.
En una escala por estas costas en 1503, Colón la bautizó con el nombre de isla de la Tortuga y en el siglo XVIII llegaron los exploradores ingleses y pasó a depender de Jamaica.
En 1962, cuando Jamaica obtuvo su independencia, Gran Cayman, Cayman Brac y Little Cayman, pasaron a ser administradas como territorios de ultramar dependientes del Reino Unido.
Gran Cayman está ubicada a pocos kilómetros al sur de Cuba, entre Honduras y Jamaica y tiene una población de 45,000 habitantes, en su mayoría descendientes de africanos. Es un lugar donde trabaja gente de todos los lugares del mundo.
Sus nexos culturales con Inglaterra están presentes en el inglés, que es el idioma oficial, conducir por la izquierda y los honores a la Reina Isabel II como jefe de Estado y cabeza de la Mancomunidad Británica de Naciones.
Georgetown es la capital y sede del gobierno donde despachan el gobernador y el parlamento unicameral de 18 miembros.
Los beneficios fiscales son el atractivo para más de 40,000 corporaciones registradas, de las cuales hay 600 bancos que mueven $500,000 millones en activos.
Tiene un aeropuerto internacional que recibe vuelos de Europa, Estados Unidos y América Latina y una bahía que es el destino favorito de líneas de cruceros con turistas que aprovechan para darle un vistazo al puerto y a las tiendas libres de
impuestos.
Gran Cayman es reconocida por los deportes náuticos y por tener una de las playas más bellas del mundo. En esa »Playa de Siete Millas» esta localizado el Marriot Beach Resort, un lugar donde el huésped puede disfrutar de un verdadero paraíso tropical que combina lujo y servicios excepcionales.
El hotel posee 295 cómodas habitaciones con balcón privado y una gama de alternativas como spa, jacuzzi, laguna de tortugas en la terraza, bar y piscina junto al mar.
El restaurante Solana es una exquisita experiencia gastronómica a la orilla de la playa, allí se congregan los visitantes y enamorados para ver uno de los atardeceres más espectaculares del Caribe. Ideal para un café, un coctel o leer el diario es el Balboa’s. El Marriot Beach Resort tiene el mayor toque de empleados latinos de la región, y es una muestra de la diversidad étnica presente en la isla. »Aquí tenemos personal de 45 nacionalidades», dijo su gerente Walter Regidor, oriundo de Buenos Aires (www.marriotgrandcayman.com, teléfono: 345-949 0088 ).
La estadía en Gran Cayman debe incluir un paseo en catamarán para bucear cerca de los arrecifes de coral y la visita a Stingray City, para compartir momentos en el agua y tomarse fotos acariciando rayas venenosas domesticadas.
Otro de los atractivos para los turistas es la abundancia de iguanas de todos los tamaños, y Turtle Farm, en West Bay, donde tienen diez mil unidades. Es el mayor criadero de tortugas verdes marinas del mundo.
Gran Cayman es la isla con el mayor nivel de vida del Caribe y tiene su moneda propia, la llaman dólar caymanero y se cotiza 20 por ciento más alto que el dólar de Estados Unidos.
A finales de octubre los caymaneros celebran el festival nacional de la semana pirata.
»El mejor sitio para disfrutar del desfile es Hog Sty Bay en George Town», aconsejó Angel Méndez, un ingeniero hondureño radicado en la isla desde hace 20 años.
«Hay cabalgatas, concursos de disfraces, música, pasacalles, festivales de cocina y acontecimientos deportivos».
El Batabano Carnival de Rotary nació en 1984 y es un evento de la comunidad para cerrar la temporada turística que se ha incrementado.
El auge del turismo ha generado un enorme desarrollo en los negocios de bienes raíces. Hay una gran inmigración de personal para la hotelería, la banca y los servicios, y obreros para la construcción. Los jamaiquinos, hondureños y filipinos, son los grupos más numerosos de la isla.