Barrio El cabrero, entre las reliquias de Cartagena
ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- Una enorme y pintoresca mansión de paredes blancas, de dos plantas al estilo antillano, techo rojo, grandes ventanales de color verde, corredores, flanqueada entre palmeras caribeñas, es otra de la colección de reliquias arquitectónicas que ofrece Cartagena de Indias, en el litoral colombiano. La casa de madera —copia de las estructuras jamaiquinas— está localizada a 100 metros del recinto amurallado junto a los baluartes de San Lucas y Santa Catalina y a poca distancia del oleaje del mar donde comienza la Avenida Santander que recorre el barrio Marbella y Crespo. Su embellecimiento se debe a que fue construida en el siglo XIX y fue residencia de Rafael Núñez, cuatro veces presidente de Colombia. Al frente se levanta otra joya histórica: la Ermita cuya fundación data del año 1885 y guarda los restos del ex-presidente Núñez. “Esta iglesia se erigió bajo la promesa hecha a la Virgen de las Mercedes de proteger la ciudad de los ataques del general bogotano Ricardo Gaitán Obeso, quien intentó tomarse la ciudad”, explicó el historiador cartagenero Carlos Villalba Bustillo. “En 1885 Gaitán Obeso y su tropa liberal se pasearon victoriosos por la Costa Caribe, pero su obsesión era tomar a Cartagena, la ciudad de Núñez, del partido conservador”. Casi lo logra, pero Doña Soledad Román, esposa de Núñez prometió a la Virgen de las Mercedes que si Gaitán no tomaba la ciudad, ella construía una ermita en su honor”. La ermita costó 30,000 pesos; 25,000 de doña Soledad y 5,000 del doctor Núñez”, recuerda el periodista de Cartagena Rodolfo de la Vega. La casa conserva en su interior muebles y objetos personales que el dirigente colombiano usó en su estadía en la ciudad amurallada. Además de haber vivido y fallecido en esa casa, desde allí se gobernó a Colombia y fue sede de consejos de ministros. Núñez, nacido en Cartagena, fue abogado, periodista y poeta. El el autor de la letra del Himno Nacional de Colombia, gestor de la Constitución de 1886 —que rigió hasta1991 cuando se firmó la actual Carta Magna— y figura dominante de la política colombiana de buena parte de finales del siglo XIX. La casa fue heredada por Soledad Román en 1874 y luego del matrimonio con Núñez pasó a ser de la pareja en 1877. Tiene un precioso patio con vegetación frondosa. “La coquera típica y otras plantas del jardín fueron cultivadas desde los tiempos de Doña Soledad”, comenta la guía. Al frente, pasando la calle, el parque Apolo con la estatua de Rafael Núñez. “El nombre de este barrio aparece en los planos de Cartagena del siglo XVIII y procede de la historia de la ciudad” comenta la guía. “Había manglares y una cría de cabras y se multiplicaron dando el nombre al entorno de la laguna”. Cerca existía una fortificación de fusilería y más tarde pasó a ser un barrio de casas individuales y poblado por pescadores. Hoy es uno de los atractivos de la ciudad heroica.•
Muy buen aporte. Gracias por compartirlo.