Belén y Nazareth en tiempos de Navidad
BY ENRIQUE CORDOBA
ESPECIAL/EL NUEVO HERALD
Belén de Judea, la ciudad donde hace dos mil años nació Jesús, vuelve a concentrar el interés de millones de fieles dispersos por todo el mundo y unidos por un acontecimiento que marcó el inicio de una nueva fé: la Iglesia de Cristo.
La imagen del nacimiento, recreada en el pesebre con la Virgen y San José, se toma por estos días, como todos los años, no sólo las casas, iglesias y parques de muchos pueblos y ciudades, sino también el verdadero lugar donde acontecieron los hechos.
Los evangelios de Lucas y Mateo fueron tomados como guía de ruta para este viaje y por esta razón el itinerario partió de la Basílica de la Anunciación donde Jesús se encarnó, en la Virgen María.
El nacimiento de Jesús, conocido en el mundo eclesiástico como «el niño Jesús», se conmemora el día 25 de diciembre, y es la celebración más importante después de la Pascua de Resurrección.
Para llegar a Belén –en hebreo Beit Léjem, la casa del pan, y Beit Lahm, la casa del bien, en árabe–, se puede llegar a Israel desde Estados Unidos por la vía del aeropuerto de Tel Aviv.
Belén está ubicado a cinco kilómetros al sur de Jerusalem, donde se ingresa, hoy día, luego de identificarse en un puesto de control de la policía israelí.
Belén y sus alrededores, suman una población de 120,000 habitantes, en su mayoría cristianos, el resto son musulmanes.
Al pasar el check point, el visitante queda en jurisdicción de la Autoridad Palestina, en un vecindario perteneciente a Belén denominado Kobba. Se llega al centro de Belén a través de un servicio de taxis conducidos por choferes árabes que cobran una tarifa de veinte shekels, –siete dólares, aproximadamente–, la moneda israelí que también circula en todas las poblaciones palestinas de la región.
El recorrido tarda diez minutos hasta la plaza de la Basílica de la Natividad y en el trayecto sobre unboulevard de dos calzadas hay torres de apartamentos, residencias y almacenes construídos con piedra rosásea, que da un toque característico al paisaje urbano.
El atrio empedrado de la basílica es amplio y está frecuentado por decenas de peregrinos y turistas.
No faltan los vendedores de postales y réplicas del lugar, donde según Mateo, nació el Redentor del mundo, «en tiempos del Rey Heródes».
La construcción de la basílica data del año 527. Es la iglesia santificada más antigua del mundo y debe su construcción al emperador Justiniano. Fue levantada sobre otra basílica más remota erigida por el emperador Constantino en el año 325.
Una vez se ingresa al templo por una puerta de madera tallada por dos artistas armenios, se destacan cinco naves y cuatro series de hermosas columnas de roca calcárea roja. Sobre el techo un arquitrabe de madera, vigas al descubierto y enormes lámparas colgantes. Clérigos católicos y griegos se turnan la agenda de programas litúrgicos.
Para satisfacer la curiosidad de conocer la gruta-establo donde nació Jesús, es necesario entrar a la Basílica, atravesarla hasta el fondo (el edificio tiene 54 metros de longitud), y avanzar en una fila de peregrinos llegados de todos los rincones del mundo, ansiosos de estar un momento de la vida en ese simbólico y anhelado lugar en el que José organizó el pesebre.
Desde mediados del mes de diciembre se experimenta un ambiente de alegría especialmente en las familias cristianas. Las calles son adornadas con cadenetas de colores vistosos y la Calle Nueva o de la Natividad se ilumina en toda su extensión.
Según el doctor Issa F. Kheir, residente en Beith Sahour, aldea vecina a Belén, él y su familia suelen asistir a la misa de Gallo, a la media noche del 24 de diciembre en la
Basílica.
Se celebran varias misas a las que asisten también el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Griega, el presidente de la Autoridad Palestina, sacerdotes de la Iglesia Católica y una multitud de fieles.
Este 25 de diciembre se espera que la temperatura en el día sea de 18 grados centigrados y en la noche baje a 8 grados.
«Es una celebracion muy bonita, es una fiesta muy linda», asegura el doctor Kheir, quien regresó de Honduras hace diez años a vivir en la tierra de sus ancestros.
Al atardecer del 24, los estudiantes salen a las calles y desfilan con sus bandas de música, iniciandose la afluencia de gentes locales y visitantes.
Por costumbre el 25 se sirve a la mesa para cenar hojas de uva rellenas de arroz y carne, kibbe de trigo, y asado de carne de cordero. El recorrido por las afueras de Belén es una oportunidad para aproximarse a cerca de veinte pueblos fundados unos al lado de otros, sobre las colinas del sistema montañoso de Judea. Los pastores cuidan de rebaños de ganados y cultivan parcelas de viñedos, olivares, almedros y palmas de dátiles.
NAZARETH
Nazareth, es un pueblo de la baja Galilea, situado en un valle que deja admirar un maravilloso paisaje de montañas. Caminar por sus calles, entrar a sus mercados, conversar con su gente o sentarse en un parque o café a verlos pasar es una grata experiencia cultural.
Jesus pasó aquí su niñez al lado de sus padres José y María, quienes tuvieron su casa en esta esta población.
Está localizado a 25 kilómetros del Lago o mar de Galilea, y tiene unos 65,000 habitantes en el casco urbano, y 200,000 si tomamos en cuenta el área metropolitana. El 60% por ciento son musulmanes y el 30% cristianos.
Por esta razón es conocida como capital árabe de Israel, por su alta demografía de árabes palestinos.
La Iglesia de la Anunciación es un sitio de obligada visita debido a que, de acuerdo con el evangelio y aquí está señalada la gruta, en este recinto en tiempos de José, el carpintero y María, que iba a cargar agua al aljibe, el arcángel San Gabriel se le apareció a María y le anunció la llegada de Jesús. La arquitectura de la iglesia sobresale en medio de varias iglesias de otras denominaciones, conventos, colegios y edificios de gobierno.
Nazareth es una ciudad con destacada importancia política, económica y religiosa. Cada hora los turistas se encantan cuando escuchan el sonido singular del repicar de las capanas de la iglesia.
En las afueras, por las calles donde se dice que Jesús creció al regresar del viaje a Egipto, hoy se encuentran restaurantes, cafés, joyerías y otros comercios.
En uno de esos almacenes de artesanía, sobre la Paulo VI Street, atiende su propietario Naim Mazzawi, quien muestra ampliada una fotografía de Bayside, tomada en su reciente viaje de luna de miel a Miami. En lo alto de la colina fue construida la moderna ciudad judía de Nazareth Elit.
Un recorrido por Nazareth debe incluir además la Iglesia griego ortodoxa de San Gabriel. En su interior se encuentra una pequeña piedra donde según los griegos ortodoxos María recibió el anuncio de Jesús. Junto a la Basílica de la Anunciación se halla la Iglesia de San José, –allí tuvo su carpintería– levantada sobre las ruinas de una antigua iglesia hecha por los Cruzados en el siglo XIII. Es de especial interés su cripta, la prensa de vinos con mosaicos bizantinos y una cueva subterránea.
«Jesús permanence en Nazareth toda su vida de juventud sacando tiempo para hacer sus visitas religiosas a Jerusalem, cuando aparece a los doce años perdido en el Templo», explica el sacerdote Juan María Solana, de Notre Dame of Jerusalem Center.
El padre Solana sugiere visitar toda Galilea debido a que «el lago es el escenario principal de la vida de Jesús».
«Jesús –sostiene– estableció su vida pública en Cafarnaum, y desde allí se desplazó por todo Galilea, predicando, a las multitudes».
Israel es un destino para visitar por albergar numerosos lugares bíblicos o históricos, sitios sagrados para el cristianismo y bellezas naturales de ensueño.
Más información: www.goisrael.com