Cerdeña, Isla de Nuraghes

EN DIAGONAL POR CERDEÑA.

El plan de cruzar la isla de Cerdeña en diagonal, de un jalón, hasta el Golfo de Aranci, abortó al poco tiempo de salir de Iglesias, una ciudad de 21 iglesias, en el suroeste de la isla, y con gran influencia aragonesa; los españoles tuvieron presencia aquí del XIV a finales de siglo XVIII, y se refleja en los nombres de los pueblos, la comida y otras expresiones de la cultura.

Mientras conducía el auto, Maripaz me leyó algunos apuntes de D.H. Lawrence, escritor Ingles que vivió en 1920, por varias islas del Mediterráneo y decidimos explorar de una vez lugares bellos como Bosa, uno de los pueblitos más hermosos de Italia, según nos informamos. A los 190 kms, de viaje en un automóvil que alquilamos desde que llegamos al aeropuerto de Cagliari, la capital de la isla, arribamos a Bosa. Un pueblo precioso que nos traslada a Florencia, de gran colorido con un río y puente, cúpulas sed catedrales, castillo, palacetes, edificios, callejones tan angostos que solo pasa una carretera tirada por caballos, como era la costumbre en la edad media.

Eran casi las dos de la tarde de modo que entre fotos y curiosidad, tuvimos que abrir campo para buscar donde comer. Procuramos no entrar a restaurantes para turistas, preferimos dar con las trattorias donde almuerzan los locales. Así llegamos a «Trattoria dos piazzas» en una plaza rodeada de calles con edificios antiguos destartalados, (pero bien construidos, no se colapsan,) y tendederos de ropa en los balcones. Nos dejó satisfechos el spaghettini con carpacho de pez espada y tomates, y la tarta de tuna con pistacho.

50 kilómetros después recorriendo una carretera que bordea la costa de acantilados, playas maravillosas de aguas transportes color turquesa, arribamos a Alhgero. Otra joya de la naturaleza. El casco antiguo defendido con murallas elevadas, de mas de 25 metros de altura, y anchas, cañones, torres, almenares, palmeras, catedral, y centenares de lanchas, veleros y yates en la amplia bahía. Precioso este pueblo.

A las seis de la tarde prendimos la “máquina”, cómo decimos en Lorica y aquí también, emprendimos camino y 189 kms, luego de viajar por 2 horas llegamos a nuestro destino: Golfo de Aranci. Total 400 kilómetros de recorrido en el día. En la noche comimos tuna marinada y sardinas en salsa y cebolla caramelizadas. “Este es un destino exclusivo frecuentado por los adinerados de Milán”, me dijo Maripaz.

Durante la caminata por el malecón comimos gelato, de tee bolas, riquísimo, a 1:50 euros la bola, y vimos familias, niños jugando y un mar lleno de botes y yates. Fue un día al que le sacamos un cúmulo de experiencias y nos dejó plenos de haberlo aprovechado y cansados para dormir aún con una banda papayera en la habitación del lado.

Cerdeña es la bella isla de los nuraghes , una cultura antiquísima que los sardos asemejan a las pirámides. Visitar la Cantina de Mario ARU, y el museo, fue una experiencia con aroma de fermentación, queso de cabra, tomates corazón de buey, y pan a base de trigo bajo en gluten.Tramonto dicen los italianos. Otro atardecer para mi colección de puestas de sol. Son momentos que nos llenan de emociones y nos hacen creer que semos privilegiados de apreciar esta obra de Dios.

Ahora a tomar pizza y vino sardo con Umberto y Ornella , nuestros amigos en esta isla. Masua, Nebida y Pan di Zucchero, lugares mágicos de atardeceres inolvidables con la belleza de Cerdeña. Quedé alucinado al entrar a la montaña y apreciar estas formaciones de carbonató de calcio, de un millón y medio de años. Gruta Santa Bárbara descubierta en 1952, cuando los mineros de la Minería San Giovanni, de Iglesias, perforaban la montaña para construir una Galería. La visita nos deja asombrados de las maravillosas de la naturaleza .El sabor del vongole, el spaghettini, los mariscos y el pane carassau sardo, fue tan exquisito, que no sólo unté el caldito con pan, sino que hice venir a la cocinera para felicitarla. Aquí no son tan dados a los cumplimientos. A mi me agrada felicitar a los buenos cocineros, así que le solicité a Marina, la camarera, que llamara su tía abuela Maricarmen. Ella vino amablemente y nos contó que este es otro negocio familiar que suelen visitar los conocedores de la buena cocina italiana, en Portixeddu, aquí al pie del Mediterraneo. Los consejos y recetas las grabó Maripaz, y las pondremos en otra entrega. Entretanto saluti.

Ahora, con está prendida tengo que retornar a Iglesias, por una carretera de paisajes, curvas y pendientes parecida a la de Bogotá-villavicencio, pero en excelentes condiciones y señalizacióny sin peajes. Bravo Cerdeña.En Punta S’arena, en el golfo DeLeon, con sol de 35 grados centígrados, luz y cielo Mediterráneos, abordamos un bote y recorrimos la costa de Masua, Porto Flavia y disfrutamos las aguas color turquesa de las grutas azul y la Gruta Cerdeña. Ya entiendo porque Cerdeña es uno de los destinos escogidos para vacaciones. Sin embargo, apenas hemos conocido la región tranquila, y rural. Ahora subimos al auto tres horas y atravesaremos la isla en diagonal con destino al Golfo de Aranci. Cada día Cerdeña es más linda.