Gaitas y fiestas de la Chinita en Maracaibo

By ENRIQUE CORDOBA
Especial/El Nuevo Herald
Con la llegada de noviembre se inician en Maracaibo las fiestas religiosas, la temporada de gaitas, las corridas de toros y el reencuentro de miles de venezolanos con su terruño, sus familias y los amigos.
Durante estas fechas se produce la mayor peregrinación de turistas nacionales e internacionales, deseosos de compartir las tradiciones de uno de los estados más importantes de Venezuela.
El 19 se celebra el día de la Virgen de Chiquinquirá, rebautizada como la Virgen de la Chinita, y venerada como la patrona de los zulianos. Es la fecha en que la Virgen llega a su casa, a la Basilica.
Dice la letra de la gaita: «Frente a frente, hoy día, y desde San Juan de Dios, podéis mirarla a las dos, camino a Santa Lucía».
La historia se repite todos los años. Desde el 10 de noviembre, los zulianos empiezan el recorrido llevando una réplica de la imagen de la Virgen por todas las parroquias de Maracaibo. Ese día se conoce como la «bajada de los furros».
Es una costumbre que forma parte de una tradición muy zuliana. La inician primero los padres, después los hijos y se prolonga por generaciones. Hay una vinculación entre la tradición cristiana, la parranda y el traguito, explica Oswaldo Muñoz, director del semanario El Venezolano (que esta semana cumple 17 años de fundado en Miami), oriundo de Maracaibo. «Nadie amanece bueno y sano, todos se van camino a las juergas», asegura.
Se vincula la euforia cristiana, de adoración a La Chinita con la serenata y la gaita. De allí la gente sale para rematar la fiesta en el estadio, porque se realiza un tradicional juego de béisbol, y es el popular duelo de La Chinita, a las 11 a.m. Ese encuentro tiene un gran significado para los seguidores del deporte de la pelota caliente en Venezuela, debido a que ese día –un 18 de noviembre de 1954–, se conmemora el llamado gran salto que dio Luis Aparicio a las grandes Ligas en Estados Unidos. Su padre, Luis Aparicio, le entregó el guante para jugar.
Aparicio y Felipe Pirela, el «bolerista de América», son maracuchos oriundos del mismo barrio empedrado de Santa Lucía.
Según Muñoz, «el que tiene más aguante alcanza a ir a la corrida de toros. Esa es la ruta: La serenata, el juego de béisbol y termina en la corrida de toros».
El ganador de la corrida se hace acreedor al trofeo de la Virgen de la Chinita. La plaza de toros está localizada en el sector de La Trinidad y la Chinita en El Saladillo.
Otra de las tradiciones es la «bajada de los furros». El furro es el instrumento más sonoro de la gaita tradicional. Se bajan los furros con motivo de la Virgen de la Chinita y se suben el 2 de febrero, al llegar la fiesta de la Virgen de la Candelaria, última semana de gaitas.
La fraternidad de la Virgen de la Candelaria fue traída por los españoles de Tenerife y se extendió por varios pueblos de América. Entre otros, además de Maracaibo, la siguen en La Habana, Cartagena de Indias, San Antonio, Texas, y Montevideo, Uruguay.
Hay sectores de Maracaibo que cantan gaitas desde el mes de mayo, pero oficialmente la temporada gaitera comienza en los primeros días de noviembre.
Los hoteles y centros nocturnos tienen diversos programas de entretenimiento para ese día. El turista puede combinar los días de feria con un paseo a la laguna de Sinamaica, y a los palafitos sobre el agua, a una hora y media de la ciudad.
También está Santa Rosa de Agua y el puente sobre el lago de Maracaibo. •

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