Historia, cultural y tradiciones en la Vía de la Plata
ENRIQUE CÓRDOBA ESPECIAL/EL NUEVO HERALD La Vía de la Plata fue una calzada romana construida sobre un corredor natural de la Península Ibérica entre Mérida y Astorga, por donde transitaban tropas, comerciantes y viajeros hace dos mil años. En la actualidad, el recorrido se ha extendido hasta unir las ciudades de Sevilla y Gijón. Con el paso del tiempo, árabes y cristianos también utilizaron esos caminos, incluyendo sus templos, acueductos, termas, teatros y puentes. Estos, a su vez, la enriquecieron con castillos, monasterios, fortalezas y palacios medievales. El origen del nombre no se refiere al mineral sino a la palabra árabe al-Balat, que quiere decir “camino empedrado”. Hoy, la Vía de la Plata es una propuesta turística con un formidable legado histórico, arte y catedrales. Además, ofrece hermosos paisajes campestres, ríos y montañas, viñedos, dehesas, gastronomía y villas arqueológicas. Tres horas tardó el autobús para recorrer los 253 kms. que separan a Madrid de Zamora, donde comenzamos esta experiencia en octubre pasado con un grupo de periodistas latinoamericanos. Acostumbrados a vivir en países relativamente jóvenes, todo lo que vimos, fotografiamos y nos contaron fue fantástico. Le encontramos sentido, por ejemplo, a la leyenda del Cid Campeador, la tarde que estuvimos frente a la que fue residencia de Rodrigo Díaz de Vivar, única construcción civil del siglo XI en Zamora, ubicada frente a la cabecera de la Catedral. Los fogones de los restaurantes de nuestro itinerario estuvieron encendidos con materia prima de primera calidad y cocina artesanal. Comer mal en España es difícil, entre los platos que nos trajeron a la mesa hubo caldereta de cordero, cocido gordonés, bacalao al ajo arriero, fabada, pescados a la sidra, cecina y morcilla leonesa. No faltaron el jamón ibérico, los huevos revueltos, quesos de oveja y de cabra, las yemas, el roscón, arroz con leche y los dulces con toques de recetas árabes y hebreas. Con los excelentes vinos reconocidos internacionalmente y la sidra asturiana escanciada con arte, se juntaron motivos para admirar los privilegios de la región. En cada lugar nos recibió gente acogedora, empezando por Zamora, León, Benavente, La Bañeza, La Pola de Gordón, Morcín, Lena, Aller, Bueño, Gijón y Mieres, este último un poblado que aún conserva esa atmósfera histórica de pequeño centro industrial. Zamora, ciudad de 66,000 habitantes a orillas del río Duero, nos recibió con cielo despejado y la brisa del otoño tardío. Se trata de la capital de la provincia del mismo nombre, en la comunidad de Castilla-León, muy cerca de la frontera con Portugal. A dos calles del Parador de Zamora, palacio renacentista del siglo XVI donde nos alojamos, están el casco antiguo y, a un lado, el ayuntamiento. El Parador pertenece al conjunto de castillos, monasterios y palacios españoles convertidos en hoteles de cuatro y cinco estrellas. Los enormes tapices en las paredes, la decoración renacentista, los escudos heráldicos, los pisos de madera y las armaduras en la puerta recrean aires de la Edad Media. Los zamoranos, al igual que Estrella Torrecilla, directora de Turismo, se expresan orgullosos de su ciudad: “En Zamora hay 23 iglesias románicas, muy juntas y unidas. No hay otra ciudad con mayor número de iglesias románicas”.“Este fue el terror de los romanos”, dijo la guía frente a la estatua de Viriato, pastor de ovejas, caudillo de la tribu lusitana y héroe zamorano que luchó contra la invasión romana. La antigua Lusitania abarcaba parte de Zamora y Salamanca e incluso Extremadura, ya que Mérida (que está en la provincia de Badajoz) fue la capital de la antigua Lusitania. Según las crónicas, cada vez que Viriato ganaba una batalla a Roma, arrancaba una tira a una capa de color rojizo, que llevaba a la espalda y la ataba a la punta de su lanza. Las ocho tiras rojas que tenía atadas en su lanza forman hoy la bandera de Zamora, junto a una franja verde que corresponde a la Batalla de Toro por el trono de Castilla el 1ro. de marzo de 1476, que ganan los Reyes Católicos a su sobrina Juana la Beltraneja, casada con el rey Alfonso V de Portugal, en Peleagonzalo, a 32 kms. de Zamora. Viriato murió asesinado por sus propios hombres, tres generales comprados por el ejército romano. Cuando fueron a reclamar el dinero los recibieron con la famosa frase: “Roma no paga a traidores” y se quedaron sin el jefe y sin el dinero. Las vitrinas de las tiendas y bares de tapas zamoranas son un muestrario de la riqueza de los campos. “Esta provincia tiene la mayor cantidad de ganado lanar de toda Europa, y de hecho aquí tenemos una empresa que exporta a comunidades judías y musulmanas por la forma como se trata al cordero”, declaró Pablo López Quevedo, concejal de Desarrollo Económico y Turismo de Zamora. “Nuestro vino es excelente, las bodegas de Rioja y Ribera del Duero tienen barricas aquí”, agregó. “Inclusive hay algunas de Burdeos, como la del actor francés Gerard Depardieu, que tienen una bodega en Zamora”. “Tenemos la cabaña ganadera más grande de España”, asevera el comerciante Rogelio Lorenzo. “No hay percebes ni langostinos, pero si leche de oveja, las mejores carnes del mundo, denominación de origen del chorizo zamorano, de queso de Zamora, tierra del pan y del vino. Aquí decimos que las uvas con queso saben a beso”. La Semana Santa zamorana es una de las celebraciones más afamadas de la península. “Las ferias y fiestas de Zamora son la Semana Santa”, asegura Lorenzo. “Nuestra vida aquí es muy tranquila”. Al llegar a León –después de pasar por Benavente y La Bañeza, en donde lo inolvidable fue comer ancas de rana y alubias en una bodega subterránea de 200 años–, nos admiramos ante un conjunto de monumentos artísticos. La Catedral –joya del gótico con vitrales únicos–, San Marcos, San Isidro, parques, plazas, fuentes y una calle muy transitada, la entrada del Camino de Santiago, flanqueada por restaurantes, mesones y gentes disfrutando de la hospitalidad de los leonenses. León es una ciudad muy antigua de 150,000 habitantes, fundada en la época romana. Uno de sus principales atractivos es el Barrio Húmedo, en el casco histórico. “A través de los edificios se ve cómo ha cambiado su historia, la forma de pensar y de construir”, explicó la guía Lourdes Ruiz Fernández. La muralla romana que bordea la ciudad es un adorno monumental. “Los romanos estuvieron en León 500 años y lo más importante que nos dejaron fue el nombre de la ciudad que viene de la palabra legión”, dijo Ruiz Fernández. Gijón, en el final del viaje, es una preciosa perla en la costa cantábrica con atractivos que cautivan a cualquier turista. Linda ciudad asturiana con playas, un largo malecón, parques rodeados de modernos edificios y gastronomía a base de los más exquisitos pescados y mariscos. Cimavilla es un barrio alto, familiar, con sabor marinero y huellas de su pasado romano: termas, murallas, iglesias y murallas. Ofrece un mirador, bellos paisajes de mar, callecitas que hablan de su rico pasado y un amplio programa cultural. La Vía de la Plata es una de las mejores experiencias para viajar a España y repasar la historia en pueblos y ciudades, con gente hospitalaria, buena cocina y vinos de primera calidad.• Historia Completa« Página anterior |1 | 2 Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/03/23/1436343_p2/historia-cultura-y-tradiciones.html#storylink=cpy Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/03/23/1436343/historia-cultura-y-tradiciones.html#storylink=cpy