Mariachis, tequila y literatura en Guadalajara
ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- En una esquina de la Avenida López Mateos, al pie del puente Matute Remos conocido popularmente como puente atirantado, con sol y la estupenda temperatura de 64 grados Fahrenheit, de Guadalajara, pedí a unas jóvenes en la parada de bus, tres palabras que definieran a esta ciudad del noroeste de México. “Tortas ahogadas, mariachi y tequila”, respondió una. La otra agregó “pozole, de maíz y puerco, el tejuíno y el Instituto Cabañas”. Y la tercera mencionó “Tlaquepaque, Tonalá y las chivas rayadas, el equipo de fútbol”. En el vuelo de Dallas a Guadalajara pregunté al pasajero del lado, el odontólogo Antonio Flores, si las mujeres de Hermosillo son las más lindas de México. Me respondió con tono doctrinal: “las más lindas están en Guadalajara”. “Acuérdate de los ojos tapatíos”, agregó para afirmar su concepto. La capital de Jalisco es además epicentro de un conjunto de atracciones turísticas que van desde Tlaquepaque, una villa de gran colorido, variados restaurantes y artesanías, hasta Tonalá, pueblo prehispánico tranquilo y acogedor a 14 kilómetros. A 30 minutos de Guadalajara se abren los campos de paisajes agaveros y pueblos tocados de magia que conducen a Tequila. En la ruta del Tequila no puede faltar la entrada a una cantina y probar un trago del típico licor jaliciense. “A mi me gusta derecho” dijo un taxista, le decimos caballito, pero otros toman el tequila con refresco de toronja. ¿Dónde van a bailar las muchachas como tú?, pregunté a Karla Pérez, una preciosa modelo, que trabaja atendiendo público en la Feria del Libro. “Los antros que más nos gustan son Mambo Café y El callejón de los rumberos, en la zona Chapultepec”. Antros, explicó, le decimos a las discotecas y bares frecuentados por la juventud mexicana. En Jalisco tierra de charrería, no puede faltar la música mariachi con sus rancheras y corridos, junto a los sones y la música de banda. Guadalajara es una ciudad con una arquitectura colonial en su casco histórico, de grandes avenidas y sin edificios elevados, que ha ido creciendo sobre su valle, para albergar siete millones de habitantes. Goza de excelente clima seco, lo que permite salir de traje y corbata todo el año, en un ambiente soleado y otoñal. La ciudad se fundó en 1539, en el centro, donde se hacen caminatas para conocer la Catedral Metropolitana de torres neogóticas, el Palacio de Justicia, la Plaza de Armas y la Plaza Tapatía que se extiende desde el Teatro Degollado hasta el Instituto Cabañas. En un costado se ubican los lustrabotas que brillan los zapatos mientras sus clientes leen periódicos o conversan de la cotidianidad. Según la comunicadora Myriam Vidriales, “estamos creciendo en turismo de negocios, la industria electrónica, la joyería y las fábricas de calzado para damas”. Unida a su fama de ciudad de jardines, Guadalajara se ha ganado el reconocimiento por realizar todos los años a fines de noviembre, la más grande e importante Feria del libro del mundo hispano, con un extraordinario turismo literario.• enviar por email Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2012/12/03/1354126/mariachis-tequila-y-literatura.html#storylink=cpy