SOL Y CAFE AL ATARDECER EN LAS MONTANAS DE JAMAICA
Sol y café al atardecer en las montañas de Jamaica ENRIQUE CÓRDOBA. ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- El Caribe es un paraíso para los turistas porque sus atractivos no se acaban. Para quien llegue de viaje en barco o en avión hay un sinfín de islas de todos los tamaños y culturas. Variedad de tradiciones, cocina, entretenimiento, música, idioma y playas para todos los gustos. El mar tiene la ventaja de ofrecer aguas cálidas de diverso colorido los 365 días del año. El sol en todo su apogeo sale todas las mañanas y se pone al caer las tardes proporcionando un espectáculo romántico, de belleza y colorido indescriptibles. Algunas de sus playas, restaurantes y hoteles son sitios exclusivos seleccionados por las publicaciones del mundo turístico. “Tómese el mejor café del mundo”, me dijo a mi paso por Jamaica, la señora de la cocina del hotel. Lo saboreé al pie de la montaña y pensé que no se equivocó. El café de Jamaica lo cultivan en las montañas más altas y largas del Caribe. El Parque Nacional Blue and John Crow Mountains se creó en 1993 para preservar sus 80,000 hectáreas de cordillera. Hay bosques aptos para 35 recorridos en bicicleta y senderos para caminatas entre Mavis Bank y el pico Blue Mountain. Las vistas son maravillosas y se ven los cafetales en las laderas. Es exquisito y la producción es escasa. Por ser un café fino y de alta demanda y con bajo contenido de cafeína es muy costoso, algo así como $20 el kilo. “Se destaca entre los cafés gourmets”, aseguró un nativo. La visita a las montañas concluye con una degustación de una taza del mejor café de la región. Por la ventana de la lujosa habitación en el hotel diseñado por un afamado artista californiano en una colina, ví el color del mar en la ensenada, la playa y los cocoteros y todo parecía una postal. “Según la revista Travel & Leisure, Montego Bay se ha consagrado por sus famosos resorts” comentó una periodista. La tierra de “Bob” Marley, la leyenda de la música reggae también brinda turismo histórico. A sus 32 años de edad, Simón Bolívar llegó a Jamaica procedente de la Nueva Granada, el 14 de mayo de 1815 y a los pocos meses dio a conocer la Carta de Jamaica del 6 de septiembre de 1815. En ese documento reflexiona sobre la confederación latinoamericana y su proyecto político. El guía muestra la casa donde vivió Bolívar en Kingston, y relata que conoció a Julia Corbier. “Pernoctaba con ella cuando sus enemigos enviaban a un esclavo para que lo matara en la pensión que vivía. Asesinaron a Félix Amestoy que estaba acostado en su hamaca ya que el Libertador no tenía con qué pagar la pensión. Así salió ileso”. Para apreciar uno de los atardeceres más extraordinarios de Jamaica hay que ir con tiempo y asegurar puesto en Rik’s Café, cerca de Negril. Es un lugar estratégico y bien ubicado para tomar fotografías y confundirse con la alegría de la gente mientras se escucha una banda de reggae en vivo. En un viaje a Jamaica se experimenta una atmósfera de vida sosegada característica del Caribe.• Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2012/02/26/1134125/sol-y-cafe-al-atardecer-en-las.html#storylink=cpy