Turismo cafetero y de playa en Nicaragua
Nuestra América
Turismo cafetero y de playa en Nicaragua
ENRIQUE CORDOBA
Especial/El Nuevo Herald
Amenos de tres horas de vuelo desde Miami se encuentra Nicaragua, un país de seis millones de habitantes, que al llegar a Managua, su capital, ofrece un contacto directo con árboledas en las calles, canto de los pájaros en los patios de las casas y lagos, volcanes y vida sencilla en sus 130,682 kilómetros cuadrados de superficie.
Es el país más extenso y más poblado de Centroamérica y por sus características geográficas de mesetas y costas en el Atlántico y el Pacífico, llama la atención del turismo interesado en aventura, pesca, senderismo, playa y acercamiento a la naturaleza.
Después de Managua, cuya población es de 1,300,000 habitantes, siguen León, Matagalpa, Chinandega, Estelí y Granada.
La casa museo donde vivió el poeta Rubén Dario en León es una de las joyas turísticas que se conservan en la antigua capital del país. Allí se exhiben manuscritos, trajes que usó el autor de Azul, la cama donde murió y una gran cantidad de artículos que le pertenecieron.
Además de la huella del ilustre escritor y de recorrer los lagos y los volcanes, existen varias opciones para disfrutar de Nicaragua.
Si un turista desea tener una buena experiencia asociada con la recolección de granos de café debe ir al hotel de la montaña Selva Negra, en el norte de Nicaragua, a 150 kilómetros de la capital.
La historia se remonta al año 1845 cuando unos alemanes decidieron cultivar café en las selvas nicaragüenses, como vía alternativa a seguir ante el camino del oro que ya se agotaba en California. Actualmente los turistas acuden a esa finca cafetera en medio de bosques y cultivos de aguacate, palmas, yuca y plátano, con un hotel en el centro. El clima del lugar es suave debido a que se encuentra a 1,200 metros de altura.
Allí hay desde helechos tan gigantescos como árboles hasta la tecnología ecológica avanzada aplicada en la elaboración del popular café gourmet Selva Negra que se comercializa internacionalmente. A 60 kilómetros de Managua y sobre el Océano Pacífico está el Barceló Montelimar, en Montelimar, una de las playas más exclusivas y uno de los sitios más hermosos de Centroamérica. Fue antiguamente parte del central azucarero de Anastasio Somoza, y en una de cuyas casonas vivió el excéntrico millonario Howard Hughes por el año 1970.
Hoy es un complejo turístico dotado de centros nocturnos y casinos.
Corn Island o islas del maíz, en la costa Caribe es uno de los sitios más preciosos de Nicaragua, y es ideal para deportes náuticos, aventura, buceo y pesca.
El arrecife de Corn Island se extiende unos 300 kilómetros desde Belice hasta Little Corn Island y es abundante en peces de colores y cuevas submarinas.
Hacer turismo en Nicaragua no es costoso y el dólar se cotizó esta semana en 19.50 córdobas.
Las tortillas y gallo pinto con frijoles colorados son el plato típico de la cocina nicaragüense. Además no puede faltar el vigorón que es mezcla de repollo, yuca y chicharrón con carne de puerco.
El lago Cocibolca o Nicaragua es otro de los principales atractivos nicas en la zona del sur, frontera con Costa Rica.
Allí hay reposo y sosiego; peces y aves; árboles de diversas especies, aguas tranquilas y el volcán Mombacho en el horizonte. En Puerto Asese, se puede contratar por $30 los servicios de un «motorista».
Alejandro Jarquín fue mi »lobo de lago», prendió el motor Mercury de diez caballos de fuerza y emprendimos el recorrido de una hora por los canales del lago en la pequeña lancha La Tiburona.
La lancha hizo el viaje por el pequeño mar de agua dulce, dejando islitas que parecen casas flotantes y un tipo de árbol llamado «popocoche»