Turismo gastronómico en Caracas
ENRIQUE CÓRDOBA.- ESPECIAL/EL NUEVO HERALD.- Comer pasteles de ricota y espinaca, pasteles de pollo, o pasteles de queso y jamón en “La Alicantina”, en la avenida principal de “Las Mercedes”, fue uno de mis mayores placeres durante mi visita a Caracas. El tráfico es una locura, pero como buen latinoamericano me las arreglé para “torear” en las vías y sacarle provecho a mi viaje. Aparte del asunto político y la inseguridad, con un poco de buena suerte y sentido de conservación, Caracas tiene cosas interesantes para un curioso viajero. Me encanta pasear por Las Mercedes y Sabana Grande y probar el pabellón criollo, la cachapa con queso guayanés, la arepa de maíz, el cachito de jamón, la hallaca, la empanada rellena, el asado negro criollo o la ensalada de gallina. Una que otra vez he demorado en decidirme por el majarete hecho a base de coco, el dulce de guayaba, la jalea de mango, el dulce de papaya, el bien me sabe y los churros de media noche. A la hora de las bebidas he tomado la chicha de arroz, guarapo de papelón con limón y la tizana. En Caracas existe una gran variedad de restaurantes franceses, italianos, hindúes, chinos, japoneses, thailandeses, mexicanos y otros. La vida de los venezolanos está marcada por la influencia migratoria. La fusión de los españoles, portugueses, italianos, alemanes y árabes con lo criollo, dió un país que se debate en medio de la riqueza, las bellezas naturales y las contradicciones. Caracas es una ciudad de clima primaveral todo el año donde se puede vestir tropical o de saco y corbata. Está ubicada a 800 metros en el valle de una cadena montañosa, a 15 kilómetros del mar Caribe. Desde el exterior se llega a través del Puerto “La Guaira” donde está el aeropuerto “Maiquetía”. La Guaira y Caracas se comunican por un viaducto de media hora. Quien va a Caracas sube al Avila; una de las mejores atracciones turísticas. El Avila es un cerro en una montaña de 2,600 metros donde hay un parque, una pista de patinaje y un hotel. Se llega por un teleférico bautizado con el nombre de “Warairarepano”, que ofrece una panorámica de la ciudad y el mar en el horizonte. Caracas tiene una topografía quebrada y por lo tanto sus seis millones de habitantes estan distribuidos en barrios fundados en laderas, valles y cimas de colinas, con vistas maravillosas. Cuenta con zonas de ambiente refinado en El Rosal, Las Mercedes, La Floresta, La Castellana, Colinas de Bello Monte, La Alameda, Prados del Este y La Lagunita. Petare es un cáncer social de extrema pobreza que no han resuelto los gobiernos en medio siglo. Es un enorme poblado instalado en los cerros del este de la capital, alcanza un millón y medio de habitantes y más de dos mil barriadas. Allí los habitantes marginales han construido un impresionante laberinto de callecitas y torres de ranchos de ladrillo y techos de zinc. De cada casucha sobresale una antena de televisión y un enjambre de cables que se conectan en los postes de la energía eléctrica. Tres sitios para visitar en Caracas: La casa donde nació Simón Bolivar. Se conservan muebles, objetos personales y prendas de vestir del Libertador. El Teatro “Teresa Carreño”, considerado uno de los mejores del hemisferio, para escuchar música clásica, de cámara, jazz latino y música venezolana. El Hatillo es un poblado de estilo colonial con buenos restaurantes, heladerias, galerias, almacenes y ambiente bohemio.• Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2012/08/27/1283991/turismo-gastronomico-en-caracas.html#storylink=cpy