Las Catacumbas son como un queso Gruyer

En Rabat, el arrabal de la Mdina, reviví las narraciones de la Biblia, ese medio día de finales de septiembre que la visitamos.

Mdina fue la antigua capital de Malta, fundada por los fenicios y rediseñada por los árabes.

Le tomé fotos a la Iglesia construida en 1570, en memoria de San Pablo, quien se refugió en una gruta con sus parceros, luego de naufragar en las costas de Malta. Pablo iba como prisionero romano por predicar el cristianismo en el Mediterráneo, lo juzgaron y lo decapitaron en Roma.

Unos metros más adelante tomamos fotos a portones, balcones y esculturas que adornan las esquinas de las calles, —en Malta llama la atención la cantidad de arte y figuras religiosas, al aire libre, al pie de las casas—, compramos el tiquete y entramos a las Catacumbas de San Pablo y Santa Agatha.

Bajamos por las escaleras de un hipogeo y nos internamos en la profundidad de las galerías subterráneas, mientras mataba mi curiosidad de hacer un tour por una catacumba, construida hace dos mil años, pero con el temor de que se derrumbara la bóveda y quedara atrapado en ese edificio arqueológico.

Caminábamos agachados a veces y seguíamos caminando y observando para uno y otro lado, restos de huesos en alguna tumba, entierros, y mesas de ritos, con deseos de entrar y avanzar más, pero intranquilo. “Esto es como un queso gruyer”, le dije a Maripaz, mi mujer con quien realizamos la exploración. “Es un laberinto subterráneo”.

Luego entramos al hipogeo 21, y volvimos a vivir la asombrosa experiencia. Las catacumbas están muy bien conservadas, y clasificadas por lo investigadores que empezaron a estudiarlas hace doscientos años.
“En la tradición púnica que son fenicios y romanos, se enterraba fuera de las murallas en catacumbas, por motivos higiénicos”, señaló la guía Mayca De Antonio.

Lo mismo hicieron los cristianos y los judíos, para enterramientos, aunque con diferentes rituales.

Los árabes las utilizaron como almacenes, son la fresquera de la isla, para amontonar naranjas o lo que haga falta. Y desde el periodo árabe se han usado como almacenes hasta el siglo XX. “Los niños de Rabat, jugábamos debajo, en las catacumbas”, manifestó Mayca.

Es un área de 7.000 metros cuadrados, del subsuelo de Rabat, un suburbio que hoy alberga 11.500 habitantes.

De regreso, frente a la iglesia en la tienda “Parruccan”, un simpático tendero ponderó los turrones y sugirió que los probáramos.

A un guía de turismo local que se detuvo para saludar al dueño de la tienda le pregunté: ¿Son ustedes descendientes de los Caballeros de la Orden de Malta? Y respondió: ‘Si, de sangre azul, pero sin dinero”, y soltó la risa.

“Malta tiene una prehistoria única, el neolítico maltés es único”, dijo Mayca De Antonio, la guía de turismo maltesa. “Tenemos templos megalíticos, que son patrimonio de la humanidad, son sorprendentes, sus rituales.

Son los edificios complejos en pie, mas antiguos del mundo. Son 1.500 años más antiguos que Stonehenge, son 1.000 años más antiguos que las Pirámides.

Esa gente tenía un entramado social muy desarrollado. Estamos hablando de gente que vivía 70 años hace 6.000 años.

Por su ubicación hemos cambiado mucho de manos. Por aquí han pasado fenicios, romanos, bizantinos, árabes, aragoneses, cuando no era España todavía, y nos tocó ser españoles. Y España cede Malta a la Orden de los Caballeros de San Juan de Jerusalem y España pierde Malta cuando se entrega a los británicos, en el Tratado de Versalles, hemos sido colonia hasta hace muy poco y de repente nos hemos encontrado con un reglo en las manos, que somos independientes, por primera vez en la historia desde 1964. O sea que todavía estamos practicando esto de la independencia. Es muy joven Malta”, expresó De Antonio.

Al escuchar a Mayca recordar que Malta es un crisol de culturas y que es muy pequeño pero tiene tanto para aprender y descubrir, por lo que es importante venir cinco o siete días para conocer, y al oírla decir que todo el mundo pasó por aquí, pensé: solo faltaba el Marco Polo de Lorica, que le dediqué seis días que me fueron poco para visitarla, comer el conejo que trajeron los fenicios y recorrerla de punta a punta.

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4 comentarios

  1. Gracias Enrique, poor llevarme en un segundo por las maravillas de esta hermosa y rica cultura de esta maravillosa tierra. Por momentos estaba caminando con ustedes por esas catacumbas . Excelente! Me dan ganas de darme una vuelta por Malta 🧡🧡

  2. Otra excelente aventura!!
    Nos transportas por las entrañas de Malta, un extraordinario paseo subterráneo, un legado de ancestrales culturas!! 👏👏

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