Puerto Lápice

Parada en Puerto Lápice

A cuatro horas de haber salido de Andalucía, rumbo a Madrid, como parte de este viaje de 80 días por el Mediterráneo, hicimos una parada para almorzar en un lugar que resultó ser de transición entre la llanura de La Mancha y el campo de Calatrava. Entramos a Puerto Lápice y descubrimos que estábamos en un histórico lugar de reposo por donde estuvieron los novelados caminantes de Cervantes, en su obra “El Quijote”.

—“Las ventas son como un hotel donde dejaban las caballerías y descansaban para cubrir la próxima etapa, era como una gasolinera, actualmente, pero hospedaje, donde dormía la gente y guardaban las caballerías”, me dijo un fotógrafo que interrumpí en su trabajo con una boda.

Cervantes estuvo en toda Castilla y la Mancha, pero especialmente en la provincia de Ciudad Real. Agregó:
—Entre los pueblos vecinos figuran: Almagro, Valdepeñas, Torre de Juana Bar, Villanueva de los Infantes, toda la comarca del campo de Montiel, Campo de Calatrava y Campo de Santiago.
Por aquí se come muy bien, comenté y precisó:
—Las gachas y el pisto, son los platos principales. Luego están los galeanos, gazpacho manchego.

La variedad de uva Airén es la más cultivada para vinificación, y los vinos que seguramente entusiasmaron a Quijote y Sancho.

Aquí en Puerto Lápice, confirmé que las aventuras, la buena cocina y los personajes, me persiguen. Pues me encuentro en la Mancha, viendo los molinos, la posada del siglo XVI y la primera estación, recreadas por Cervantes, en el andar del Quijote y Sancho, por los campos manchegos.

La “Ruta Cervantina”, es un camino que vale la pena hacer, para trasegar por la región de Castilla-La Mancha, siguiendo las andanzas del famoso caballero. De Puerto Lápice, testigo de numerosas y diversas aventuras de don Quijote, se puede seguir a Argamasilla de Alba, Campo de Criptana, El Toboso, Ruidera y la Cueva de Montesinos.
Esta es España, te desvías de la autopista, en busca de comida y te encuentras con el escenario de un capítulo de la mejor literatura española.

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7 comentarios

  1. Maravilloso relato, Enrique, parece que estuviéramos contigo en el recorrido, se abre por milésima vez El Quijote, y nos explicamos porqué y al goloso del Sancho les gustaban estos parajes. Gracias por mostrarnos tan hermosos recuerdos del manchego, gracias por comunicarse con quienes amamos desde lo desconocido tan hermosas letras cervantinas.

  2. Muy interesante tu comentario estimado Enrique Marco Polo !!! Como admirador de Cervates y de su caballero personaje, espero un dia poder recorrer la ruta Cervantina que tan graficamente describes.

    Gracias Enrique por compartir de tus andanzas.

  3. Enrique, envidia de la buena!! Eres un “Caminante” imparable!! . Tus relatos muy agradables y con gran información.
    Gracias por compartir tus experiencias em este andar por el mundo.

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