El castillo histórico de Alicante
Por: Enrique Córdoba
De la Avenida Alfonso X el Sabio, al Castillo Santa Bárbara, en el cerro Benacantil, de Alicante, ascendimos en media hora. Llegamos a la cima, pedimos una mesa en la terraza del bar y mientras tomaba mi cerveza imaginé que justo donde yo me encontraba sentado contemplando la fortaleza, Amilkar Barca, el líder cartaginés, situó sus cuarteles antes de la Segunda Guerra Púnica, siglo III a. C. debido a lo estratégico de la colina. Desde arriba se tiene una panorámica de 360 grados de Alicante, ciudad de 338.000 habitantes, puerto del Mediterraneo importante desde la época que Nápoles y Alicante, pertenecían a la Corona de Aragón, en el siglo XIV. La bajada también a pie, fue por las callecitas del barrio Santa Cruz, en las laderas del Benacantil, primer asentamiento de los pobladores cristianos y andalusíes, que se trasladaron de los pantanos de la Albufereta, lugar en el que vivieron los antiguos habitantes de estas tierras. Conecta con la calle Mayor, donde hay muchos y muy buenos restaurantes y bares, de rica cocina local. En uno de estos restaurantes nos reencontramos con Clara y Cesar De Lapresilla, procedentes de Murcia, y Felix Carlos López, atraídos por una paella y unos vinos. César no se cambiaba por nadie después de haber ubicado y caminado por la Calle De Escipión, en memoria al general romano, en Cartagena.