Kazán tierra de tártaros

En Kazan se encuentra Oriente y Occidente. Como el de Moscú, el Kremlin de Kazan son fortalezas con Iglesias, edificios y jardines de imponente hermosura. Construido á orillas Del Río Volga por pedido de Ivan el Terrible, sobre las ruinas del Kanato de Kazan, unos antiguos gobernantes.

Lo curioso es que tiene Mezquita e Iglesia Ortodoxa, que representa la vida de tolerancia religiosa que reina en Kazan, tierra de tártaros. Le solicité a una joven tártara que me permitiera tomar foto a su cara y ojos muy lindos.

Si aquí conviven cien nacionalidades ya se imaginarán la riqueza gastronómica y variedad de restaurantes. Ayer vi el juego de Peru – Francia, almorzando en uno Arabe, con influencia persa y turca.

Yo soy de suerte, al salir del viejo Barrio tártaro, le pregunté a una parejita de musulmanas por una dirección y se ofrecieron a llevarme. “Soy de Uzbekistán y estudio historia de Asía, Africa y EUROPA” me dijo Shanty. Almira, la otra es tártara.

La música de artistas de aquí sale de las puertas de almacenes y es pegajosa, pero suenan los éxitos internacionales. Tengo que hacer un alto en mi memoria, con frecuencia para convencerme que estoy es Rusia. Me siento tan cómodo, tan a gusto, descubriendo lugares y la cultura, comiendo y hablando con la gente, como si estuviera en Madrid o Londres, que no lo puedo creer, lo que Rusia cambió.

Ocurre que yo visite con mucha frecuencia este país, cuando yo era diplomático colombiano, en tiempos de la Unión Soviética, y la experiencia era terrible. El comunismo, el miedo, el sufrimiento y las carencias de comida, alegría, futuro y libertades, arruinaba las bellezas artísticas. La gente padecía en silencio el régimen y morían lentamente.
Hoy se vive un despertar y la juventud habla inglés, es solidaria, amable y se expresa y sueña como la del resto del Mundo. Vale la pena visitar Kazan para ver el cruce de Oriente y Occidente.