La isla preferida por las mujeres solas

La isla preferida por las mujeres solas

By ENRIQUE CORDOBA
Especial/El Nuevo Herald

En materia de playas no hay como el Caribe, y si viajamos a Grand Cayman, un territorio de ultramar dependiente de la Gran Bretaña, llegamos a una isla que deslumbra por la arena blanca y los tonos azulados de sus aguas cristalinas. Aquí también hay una preciosa franja de siete millas de playas bien cuidadas, a la orilla del mar, con imponentes hoteles y afamados restaurantes. Debido a su ambiente seguro es un lugar favorito para mujeres que acostumbran viajar solas y ejecutivos de altos ingresos de Estados Unidos.
Además de ser santuario fiscal de bancos internacionales –hay más de 600 bancos– y refugio de capitales –40,000 corporaciones registradas–, la isla es un verdadero paraíso para quien programe aislarse del bullicio y quiera dedicar las vacaciones a la playa y el ocio en un ambiente cómodo y confiable.
Las Islas Caimán fueron descubiertas por Cristóbal Colón durante su cuarto viaje a América, en 1503. Francis Drake, el más temido de los piratas ingleses que atacó varias ciudades –entre ellas Panamá, Cartagena y San Agustín– no podía dejar de lado a esta isla y también arremetió contra ella en 1586. Fue Drake quien las bautizó como Islas Caimán y estuvieron bajo ocupación inglesa en la guerra angloespañola de 1655.
Son tres ínsulas: Grand Cayman, Brac Cayman y Little Cayman, ubicadas en el Caribe occidental entre Cuba, Jamaica y el litoral de Honduras. Por esta razón se ha producido una notoria inmigración de hondureños, la principal comunidad latinoamericana en la isla. Los hondureños trabajan en la industria de la construcción, atienden casas de viajeros y sirven en los hoteles.
La población de las tres islas es de aproximadamente 80,000 habitantes distribuidos en West Bay, Bodden Town, East End, North Side y George Town, la capital, una pequeña ciudad de casas de colores vivos y almacenes para turistas. Al frente está el punto donde paran los cruceros de turistas que hacen travesía por el Caribe.
Stingray City, a media hora de la costa en el mar, ofrece una de las atracciones más singulares para turistas amantes de aventuras nuevas. Es un lugar para nadar, practicar buceo y jugar con centenares de mantarrayas. El catamarán se estaciona por un buen tiempo en medio del mar que allí no es profundo. Los pasajeros se lanzan al agua cristalina y tibia entre mayo y octubre y disfrutan entre animales que en otro momento infunden terror. El guía entrena a quien desee para tener la experiencia de cargar en sus brazos y juguetear con una mantarraya de un metro y medio de largo.
El clima tropical marino y las oportunidades de trabajo en hotelería y turismo influyen para conquistar empleados de muchos lugares del mundo. En el hotel Marriot, por ejemplo tuve la suerte de contabilizar 20 nacionalidades diferentes en el personal de trato con el público. Desde el gerente de origen argentino hasta un corso en el restaurante, un indio de chef y un cubano en el piano.
Grand Cayman no es una isla de bajos precios ni muchas actividades para realizar, pero sí para descansar, asolearse en una de las mejores playas del Caribe, e ir a magníficos restaurantes a cenar rodeados de una atmósfera romántica a la orilla del mar.•

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