Lima, una ciudad para ver, degustar y escuchar

Lima, una ciudad para ver, degustar y escuchar
By ENRIQUE CORDOBA
Especial/El Nuevo Herald
Lima es una ciudad de historia a la que hay que ir con los ojos bien abiertos para ver los cambios de los últimos años, oído afinado para escuchar las marineras en las peñas folclóricas y buen apetito para saborear –quizá– la más exquisita y variada cocina del continente.
Se ha puesto tan de moda y está tan extendido el prestigio de la gastronomía peruana, que una semana es insuficiente para degustar los platos y visitar los restaurantes que los amigos y expertos recomiendan en Lima.
La aldea que fundó Francisco Pizarro en 1535, en un valle costero a orillas del río Rímac, se ha desarrollado. Hoy alberga a siete millones de criollos, afros y mezclas con inmigrantes españoles, alemanes, italianos, chinos y japoneses.
Del aeropuerto Jorge Chávez al centro de Lima hay 30 minutos de recorrido y por la ruta de la Costanera se divisan las playas y acantilados del Océano Pacífico.
Impresiona a primera vista la solemnidad del centro histórico de Lima con la Casa de Gobierno, inspirada en el Palacio del Eliseo de París. En otro costado de la Plaza Mayor o de Armas –es la misma cosa, sostiene el profesor Teodoro Hampe Martínez, uno de los principales historiadores peruanos–, se levantan en color amarillo, el majestuoso Palacio Municipal y el Club Unión. Al frente está la Catedral donde reposa el cráneo de Pizarro –según me confirmó Hampe– y el edificio del Palacio Arzobispal con sus balcones típicos labrados en madera.
Lima tiene 43 distritos y cada uno posee sus propias características, tradiciones y entretenimiento.
Miraflores es uno de los sectores modernos y seguros, con vida nocturna, lujosos hoteles (www.miraflorescolonhotel.com), casinos y centros comerciales. Se localiza sobre el acantilado de la Costa Verde, tiene playa y numerosas tiendas, bares, cafés y restaurantes. EL centro comercial Larcomar y el Parque del Amor brindan maravillosas vistas del litoral y tienen amplios espacios para caminar.
San Isidro es un próspero distrito que combina modernidad arquitectónica en los elegantes conjuntos residenciales y torres de oficinas. El Country Club Lima Hotel, construido en 1927 es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
El recorrido turístico pasa por Barranco, notable por su ambiente romántico. Allí se encuentra el Puente de los Suspiros, que sirvió de inspiración en 1960 a la compositora Chabuca Granda. El Hawaiano, en Barranco, ofrece el buffet más grande de Lima. Según Alonso García, su dueño «aquí también servimos un buen Pisco Sour».
La visita a Chorrillos se inicia en el Malecón Iglesias y termina en la Panamericana Sur. Es un barrio bohemio con restaurantes como Puntarenas, famoso por sus ceviches de pescado y el pulpo al carbón con salsa de aceitunas.
Mi viaje se inició en Miami a las 12:20 a.m. y llegó a Lima cinco horas 15 minutos más tarde, con la puntualidad y excelente servicio de la aerolínea LAN. Encontré una temperatura de 59 grados F y el sol huidizo.
Gerardo Conca, presidente de la agencia CostaMar, dice que los viajeros ahora «no sólo van a Machu Picchu, sino que también buscan los circuitos gastronómicos de Lima, excursiones a la selva, a la costa y a la Sierra».
Visitar las rutas turísticas, los museos y las peñas, y ver decenas de visitantes a la hora del cambio de guardia del palacio presidencial, es una prueba del auge turístico del Perú. •

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